TÚNELES
Un túnel es una obra subterránea de carácter lineal que comunica dos puntos para el transporte de personas o materiales. Normalmente es artificial.
Un túnel, o puente de bajar, puede servir para peatones o ciclistas, aunque generalmente sirve para dar paso al tráfico, para vehículos de motor, para ferrocarril o para un canal. Algunos son acueductos, construidos para el transporte de agua (para consumo, para aprovechamiento hidroeléctrico o para el saneamiento). También hay túneles diseñados para servicios de comunicaciones. Incluso existen túneles para el paso de ciertas especies de animales. Algunos conectan zonas en conflicto o tienen carácter estratégico, ya que sirven como refugio.
En las grandes ciudades el transporte se realiza mediante una red de túneles donde se mueve el metro. La posibilidad de soterrar ahorra espacio e impide el cruce al mismo nivel del tren con los peatones o los vehículos.
RESPETA LA DISTANCIA DE SEGURIDAD
Una de las peores situaciones que puede ocurrir en dentro de un túnel es un choque en cadena. El motivo es que, al estar en un recinto cerrado, la escapatoria es complicada, lo mismo que el acceso de los servicios de emergencia que sean necesarios. La mejor manera de evitar un choque en cadena es mantener una distancia prudente respecto al coche que nos precede.
FÍJATE EN LAS CARACTERÍSTICAS DEL TUNEL
Además de vigilar al resto del tráfico, en los túneles hay señales que indican dónde están las salidas de emergencia y los equipos de extinción de incendios. No está de más que te fijes en dónde se sitúan estos elementos por lo que pueda pasar. Un detalle que tal vez hayas visto y del que quizás no te hayas percatado es que en algunos túneles hay unas luces de galibo azules intercaladas entre las blancas. Este tipo de luz es un requerimiento de las normas de seguridad y tienen dos funciones básicas: por un lado, rompen la monotonía de la iluminación del túnel y aumentan la alerta del conductor y, por otro, según determinados estudios psicológicos, reducen el estrés en personas con tendencia a padecer claustrofobia. Es decir, nos mantienen alerta pero relajados.
ANTICÍPATE A LA ENTRADA Y A LA SALIDA
Debido al retraso en la reacción del ojo humano, tanto el momento de entrar como el de salir del túnel son los de máximo riesgo, pues es cuando peor vemos. Antes de entrar, prepárate encendiendo las luces y quitándote las gafas de sol si las llevas. Antes de salir, vuelve a ponerte las gafas de sol e incluso coloca el parasol del coche para evitar en lo posible “salir a ciegas” al deslumbrarte la mayor cantidad de luz. Como son los puntos más peligrosos, mi consejo es que también reduzcas ligeramente la velocidad y te prepares para frenar por si otro conductor no ha tenido la precaución suficiente y ha tenido un accidente. Los puntos negros de un túnel son precisamente los que más luz suelen tener, paradójicamente.
EVITA MANIOBRAS BRUSCAS
En los túneles, el asfalto suele tener menor adherencia que en el exterior. Especialmente los días de lluvia (aunque dentro no llueva, traemos los neumáticos mojados), es muy fácil resbalar y tener un accidente. También aumentan las distancias de frenado, otro motivo más para mantener una distancia de seguridad apropiada.
Una de las peores situaciones que puede ocurrir en dentro de un túnel es un choque en cadena. El motivo es que, al estar en un recinto cerrado, la escapatoria es complicada, lo mismo que el acceso de los servicios de emergencia que sean necesarios. La mejor manera de evitar un choque en cadena es mantener una distancia prudente respecto al coche que nos precede.
FÍJATE EN LAS CARACTERÍSTICAS DEL TUNEL
Además de vigilar al resto del tráfico, en los túneles hay señales que indican dónde están las salidas de emergencia y los equipos de extinción de incendios. No está de más que te fijes en dónde se sitúan estos elementos por lo que pueda pasar. Un detalle que tal vez hayas visto y del que quizás no te hayas percatado es que en algunos túneles hay unas luces de galibo azules intercaladas entre las blancas. Este tipo de luz es un requerimiento de las normas de seguridad y tienen dos funciones básicas: por un lado, rompen la monotonía de la iluminación del túnel y aumentan la alerta del conductor y, por otro, según determinados estudios psicológicos, reducen el estrés en personas con tendencia a padecer claustrofobia. Es decir, nos mantienen alerta pero relajados.
ANTICÍPATE A LA ENTRADA Y A LA SALIDA
Debido al retraso en la reacción del ojo humano, tanto el momento de entrar como el de salir del túnel son los de máximo riesgo, pues es cuando peor vemos. Antes de entrar, prepárate encendiendo las luces y quitándote las gafas de sol si las llevas. Antes de salir, vuelve a ponerte las gafas de sol e incluso coloca el parasol del coche para evitar en lo posible “salir a ciegas” al deslumbrarte la mayor cantidad de luz. Como son los puntos más peligrosos, mi consejo es que también reduzcas ligeramente la velocidad y te prepares para frenar por si otro conductor no ha tenido la precaución suficiente y ha tenido un accidente. Los puntos negros de un túnel son precisamente los que más luz suelen tener, paradójicamente.
EVITA MANIOBRAS BRUSCAS
En los túneles, el asfalto suele tener menor adherencia que en el exterior. Especialmente los días de lluvia (aunque dentro no llueva, traemos los neumáticos mojados), es muy fácil resbalar y tener un accidente. También aumentan las distancias de frenado, otro motivo más para mantener una distancia de seguridad apropiada.
NO TE DETENGAS EN UN TÚNEL.
Salvo que sea absolutamente imprescindible (porque el motor se para, por ejemplo), evita detenerte dentro del túnel. Haz todo lo posible por continuar la marcha hasta salir fuera de él. Si el túnel es muy largo, lo normal es que cada cierta distancia existan “refugios” en los que poder detenerse apartando el auto del tráfico. En caso de tener que detenerte en el túnel, lo principal es señalizarlo con las luces de avería, chalecos reflectantes y los triángulos de emergencia a una distancia que permita reaccionar al resto del tráfico, no a 5 metros del parachoques de tu auto.
Cuando un vehículo se encuentra próximo a un túnel, el conductor obligatoriamente debe poder apreciar con claridad la señal vertical de túnel y la señal vertical de control de la altura máxima permitida para dicho túnel.
En el interior del túnel se pueden emplear los siguientes elementos: captafaros, chevrones, tachas retroreflectivas y cintas reflectivas en columnas. Estos elementos contribuyen a mejorar la visibilidad y sentido del conductor.
pueden ser en uno o ambos sentidos. En el Perú una de las causas más frecuente es que se invaden los carriles en las vías.
Cuando un vehículo se encuentra próximo a un túnel, el conductor obligatoriamente debe poder apreciar con claridad la señal vertical de túnel y la señal vertical de control de la altura máxima permitida para dicho túnel.
En el interior del túnel se pueden emplear los siguientes elementos: captafaros, chevrones, tachas retroreflectivas y cintas reflectivas en columnas. Estos elementos contribuyen a mejorar la visibilidad y sentido del conductor.
pueden ser en uno o ambos sentidos. En el Perú una de las causas más frecuente es que se invaden los carriles en las vías.
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